lunes, 19 de diciembre de 2016

Despedida del año con una historia para compartir propia

El año escolar va llegando a su fin.
El último acto, estuvo lleno de sonrisas y sorpresas.
 Me guardo los videos que grabó Thiago*, quien merece una historia aparte (ver luego de los videos). Espero que mis pequeños alumnos se diviertan mucho este verano y vuelvan en 2017 con sus pilas bien cargaditas!!

 

Thiago llegó a primer grado, con sus ojos gigantes y su sonrisa tímida, sin el guardapolvo blanco que caracteriza a nuestros niños de escuela pública, en cambio, tenía una remera raída, un pantalón corto y ojotas gastadas (una de ellas estaba rota y por eso, caminaba un poco de costado, un poco a los saltitos).
Me acuerdo que buscamos en gabinete unas zapatillas viejitas que pudiera usar, también unas medias limpias.
El niño estaba feliz, como si le hubiésemos regalado... no se, el super calzado de marca top.
A través de los años, fui siguiendo su trayectoria escolar.
Fue un camino muy dificil.
Venía poco a la escuela, lo que hacía que no lograra cumplir con los aprendizajes mínimos de cada año. Creo que segundo grado repitió.
Algunos años vivió con su abuela, otros con su mamá. Del papá ni noticia...
En 2016, llegó a sexto grado.
Y fue el año que egresó. Hace unos días, nomás.
Por casualidad, en esos días andaba por el salón de sexto grado. Las maestras le habían pedido a sus alumnos que escribieran algo, si tenían ganas, para despedir a la escuela.
Los chicos hacían lios y no prestaban mucha atención. Les dije que sería lindo si dejaban unas palabras para los compañeros, para sus maestros, sobre lo que la escuela les había dado.
Thiago me miró y me dijo, "Seño, vos sos la única que me diste algo en esta escuela" (se refería a que cuando andaba por 2do., momento en que los tengo en las horas de artística, lo había elegido como mejor alumno en la materia y le habíamos dado un certificado)... ¿Se refería a eso????
Creo que fue el mejor día docente de este 2016 para mi.
En la fiestita, estaba contento, bastante parlanchín con sus compañeros. Ansioso.
En un momento, no aguanté más y fui y le di un abrazo fuerte.
Le pregunté si iba a seguir el secundario, me dijo que si, que iba a seguir acá (la ES 37, articula y comparte el edificio con nuestra primaria), así que nos íbamos a seguir viendo...
En la netbook, que llevo cada día a mi escuela y me sirve de "asistente tecnológico" (mi compu multiuso, que lleva música, videos, webcam, programas de audio y mil cosas cargadas), tengo una imagen de la Madre Teresa con la frase "A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota". Los docentes no sabemos hasta donde llegan nuestras palabras, gestos, miradas.
 Pero llegan...

Escrito en la escuela

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