jueves, 26 de marzo de 2020

Día 4: Escenas de los años que pasaron...


1. Ahí estoy, naciendo en la ciudad de Córdoba, en el hospital “La Rioja”.
Me pusieron Clara, aunque jamás me llamaron así. Siempre fui (y soy), Gugui para mi familia nuclear.
Tanto mi nombre como mi sobrenombre, se le ocurrieron a mi papá. Siempre creí que el “Clara “era por mi abuela paterna, pero no. Clarita se llamaba una sobrina muy amada por mi papá, fallecida de leucemia a sus 5 ó 6 años.
2. Residencia de mi papá en Mendoza.
3. Vivíamos en unos departamentos de Barrio Cano (lo acabo de googlear y aún existe, igual…). Se subían unos pisos y se llegaba a la zona regada por mis juguetes.
Un día, mi mamá sintió demasiado silencio. Después, me escuchó cantando dulcemente “…banderita de mi patria…”. La nena le había recortado el título de médico al padre y estaba jugando con las cintas celestes y blancas que iban debajo del lacrado…
4. Nos  mudamos a Mardel, mi papá empieza a trabajar en el Hospital Privado de Comunidad en Oftalmología.
5. Conozco a María, mi mejor amiga del Jardín. Hija de la seño de mi salita y compañera de travesuras.  
Pasábamos juntas los veranos haciendo líos en la playa mientras nuestras madres tostaban sus ideas al sol.
6. Estábamos en el departamento de María jugando, cuando empezamos a escuchar explosiones y sentimos olor a humo. Era el incendio de Los Gallegos, que quedaba a dos cuadras de allí. Fuimos a chusmear. Nunca me voy a olvidar de un hombre que salía corriendo, escapando del fuego, con un rollo entero de tela sobre el hombro.
7. Primer grado, nace mi hermanito y cae la primera nevada que veo en Mardel.
8. Muere mi nono.
Proceso militar, en mi casa hay una reunión con las luces apagadas. Un helicóptero sobrevuela la ciudad (lo vemos desde el 5° piso donde vivíamos). El miedo se siente en todas partes.
Mi tía viene a vivir a Mar del Plata, después, mi nona.
9. A mi hermano le encantaba tirar cosas por la ventana. Los vecinos de la planta baja se bancaban hasta los camioncitos Duravit, que eran pequeñas bombas Molotov. Un día, le sacamos todas las corbatas a mi papá (en esa época, los médicos las usaban debajo del guardapolvo blanco). Las atamos y nos pusimos a jugar a la pesca. Llegaron varios pisos abajo…
10. Nos mudamos frente a la plaza Mitre. Los balcones y las ventanas tenían unas rejitas como hojas cuadriculadas por seguridad (igual, ya no tirábamos juguetes por ahí, solamente alguna vez, pero de más grandes, a mi hermano se le ocurrió volver loco al vecino apagándole y prendiéndole  la tele con el control remoto).
En el balcón, caminaba de acá para allá, la tortuga. Ni me acuerdo el nombre pero seguramente era algún pariente de Manuelita…
11. Una noche, bajamos sin querer, la cortina de enrollar sobre la tortuga. La enterramos en la plaza, bajo uno de los pinos que se alzan en la vereda que la cruza en diagonal. Aún debe estar ahí, fundida con las raíces o convertida en tierra.
12. Mi hermano y sus amiguitos están jugando a las escondidas. Yo los cuido y al mismo tiempo, juego con ellos. Por llegar a hacer “¡Piedra libre para todos los compaaaas!!!!”, me resbalo en la vereda, caigo y me abro la pera de punta a punta. Hasta se veía la punta del hueso entre tanta sangre. Corremos a casa y mi papá me lleva volando al hospital donde él era el jefe de Oftalmología. Me termina suturando él, con puntadas chiquitas, como para suturar un ojo. Alguna vez me dijo cuántas fueron… creo que casi 15.
13. En verano y los fines de semana, íbamos a Santa Clara. De la ciudad al pueblo, la vida cambiaba en 360°
Con mi hermano, íbamos a pescar al mar, sacábamos burrriquetas, pejerreyes… Una vez, él enganchó una corvina gigante y casi se cae de la escollera por el peso.
14. Empiezo la escuela secundaria. Descubro la biblioteca del Colegio Nacional y la devoro. Después, también la Municipal. Siempre me gustó leer. Desde muy chiquita. Una vez, mi mamá me encontró leyendo “La Condesa Sangrienta” de Alejandra Pizarnik, que estaba en la biblioteca de mi casa,  y casi la infarto (tendría 12).
15. No quiero fiesta pomposa ni nada parecido.
 Nos vamos de viaje familiar a Uruguay en un Renault 12 celeste que a mitad de camino nos deja varados. Nos auxilian unas personas que venían en un colectivo de pueblo, de esos que llevan personas mezcladas con gallinas y hasta alguna oveja. Le sacan la correa rota al auto y mi papa se va con ellos para conseguir el repuesto. El viaje sigue bárbaro, aunque admito que en algunos tramos, asoma mi lado adolescente y pone la auténtica cara de culo que cualquier padre conoce y sabe distinguir…
16. En la escuela se siente el final del gobierno militar y el comienzo de la Democracia. Se nota en las actitudes, en la calle, hasta en la ropa.
Yendo a Córdoba, tenemos un accidente terrible en la ruta, creo que cerca de Chascomús o por ahí…  El auto da vueltas y vueltas, instintivamente, agarro a mi hermanito, que viajaba al lado mío (peleando por el camino, por supuesto) y cuando el auto se detiene en la banquina, salimos corriendo los dos… Después volvemos, porque mis papás no habían salido de allí´. Mi mamá resulta muy golpeada. Hay sangre y vidrios por todos lados. La llevan al hospital del pueblo y luego, en ambulancia, al de Mardel. Ahí, la tienen de acá para allá. Finalmente, la mandan a casa con un cuello ortopédico y fractura en  las vértebras cervicales. Podría haberse muerto por mala praxis… Después la operaron
17. Viaje de egresados. Conozco a quien va a ser mi marido por una broma inocente de chicas: le ponemos pasta dental a la puerta de su habitación del hotel. Hacemos un lindo grupo de amigos. Mi nombre toma valor: por primera vez en mi vida, me empiezan a llamar Clara.
18. Mi papá se va del Hospital. Abre un consultorio. Soy su secretaria. Empiezo 1° año de Biología en la Facultad
19. Me pongo de novia. Casi terminando el 2° año, dejo de estudiar después de ver como abrían una paloma para ver los órganos internos.
20. Empiezo a trabajar en una librería de textos escolares y de franquera en la  antigua Casa Tía.
21. Nos vamos con mi novio, a Sierra de la Ventana, a un “encuentro planetario” Primera vez que acampo en carpa. La pasamos bárbaro aunque no nos morimos de hambre por casualidad…
22. Comenzamos a construir la casa donde actualmente vivimos.
23. Nos vamos con mis viejos, mi hermano y mi futura cuñada a Córdoba, al casamiento de mi primo preferido. Cuando volvemos, vemos algo raro en las fotos; lo que parecía en mi papá una parálisis facial por  un dolor de muelas, era el comienzo de un cáncer de piel nacido en el oído interno.
Al volver, mi novio había escrito “Te amo” en letras gigantes sobre la brea de la pared del frente. Los vecinos empezaron a llamar a mi casa, la casa teamo…
24. Nos casamos. Hacemos una fiestita previa en la casa de mi suegra (en ese momento ya se habían separado), mi marido arma una banda de música con sus hermanos y unos amigos. Nos casamos en Santa Clara y sale otra fiesta en el jardín y la casa de mis papás. Mucho más tranquila, pero con el mismo amor.
Nace mi primer sobrino, justo cuando volvíamos de la luna de miel.
25.  Casi la mitad de mi vida.
Caemos por un tiempo en una secta, llevados por un ¿amigo?. Produce heridas muy profundas que marcan nuestras vidas. También empezamos a ir a otros grupos, que terminan salvando nuestro equilibrio interno.
26. Empiezo a estudiar el Profesorado de Folklore. Voy a la escuela junto con mi marido. Él, casi terminando música, con especialidad en piano. Vuelvo a trabajar de secretaria con mi papá.
Nace mi sobrina.
27. Segundo año, la profesora de danzas tradicionales, me dice que soy arrítmica, que nunca voy a poder terminar la carrera por eso. Me paso el verano llorando y estudiando. Rindo bien, casi raspando la nota, pero bien.
28. Estudios, viajes, trabajo, seguimos construyendo la casa.
Termino de estudiar, también mi marido.
29. Consigo mi primera suplencia en la docencia, por poco tiempo, pero me da la convicción que la profesora de 2° estaba equivocada. Mucho.
30. Empiezo a trabajar en el Profesorado de Música de Necochea. Voy y vuelvo en el colectivo, desde la vieja terminal. A veces, llego más temprano y me voy a caminar por Quequén o por las callecitas necochenses. La vuelta parece el cuento de la cenicienta, ya que termino de dar clases diez minutos antes que salga el colectivo a Mar del Plata y salgo de la escuela tipo cañita voladora.
31/32. Pierdo dos embarazos, mal, con legrados. También uno en casa, naturalmente. Me enojo con Dios por un rato…
33. El año mágico y trágico.
Nace mi hijo, después de 9 meses con alegrías y miedos, por todo lo que habíamos pasado. El parto se complica estaba porque el cordón estaba enrollado en su cuellito, él entraba y salía de mi cuerpo como un resorte. Tratan de sacar a mi marido de la sala de partos pero él no se mueve (después me cuenta que eran 6 ó 7 personas, entre médicos y enfermeras). Terminan usando fórceps. Nuestro hijo es hermoso, pesa casi 4 kilos y medio, como un bebé de varios meses. Se lo lleva una enfermera por que no entra en la cunita de recién nacidos. Le digo a mi marido que la siga (ella, con nuestro bebé en brazos, cruza por la sala donde estaba toda la familia, como 20 personas entre chicos y grandes… Raro. Mi mamá y mi suegra también van detrás de ella. Posparto muy difícil…
A  los 6 meses, fallece mi papá, la segunda persona más buena que conocí en mi vida (la otra es mi marido),  que venía luchando contra el cáncer como un guerrero.
34. Dormimos poco, pero somos muy felices.
Se casa mi hermano, nace otra sobrina.
La nona tiene un ACV y de a poco va perdiendo la noción de la realidad.
35. Nuestro hijo nos hace un planteo que nos deja petrificados: si ustedes duermen juntos, por qué yo tengo que hacerlo solito?
36. Me reintegro en la docencia, al principio con dificultades para conseguir escuela. Estudio Psicología Social.
37. Empiezo a trabajar con nenes chiquitos, en Jardín, 1° y 2° grados, en Pública y Privada.
38. Empiezo a titularizar horas de danzas, la lotería de la vida me lleva a la  EP 22 (el loco).
Nace la primer hija de mi hermano.
39. Nuestro hijo empieza 1er. Grado en una escuela privada, la misma donde fue a jardín, cerca de casa. Un desafío para los tres.
40. El año de la gripe A, una  previa de lo que está sucediendo ahora, pero muchísimo más leve.
Muere  la abuela de mi marido, unos días antes de mi cumpleaños, decido no festejarlo…
41. Llego a buscar a mi hijo a la escuela y no está en el salón de clase. Lo encuentro en la secretaría. Sabe dónde está todo y cuando llega algún nene pidiendo materiales, se lo entrega. El portero nos cuenta que pasa mucho tiempo ahí, que lo mandan porque no termina las tareas. Nos enojamos. Mi suegra le encuentra un pase a una escuela pública, un 2° grado atiborrado de chicos. Amamos a primera vista a Sofía, su seño; los tres.
42. Sigo los pasos de mi hijo y también dejo el jardín y la escuela privada
43/44. Entro en el mundo digital. Conozco un grupo divino de amigas de diferentes partes del país y el mundo, aprendemos juntas (aún hoy).
Nace la segunda° hija de mi hermano.
 Hago dos Especializaciones y montones de cursos. Abro un Blog para publicar lo que voy haciendo y aprendiendo. Un día, decido colgar cuentos y poesías que escribo desde que era adolescente
45. Muere nuestro perro, Panchito y se nos rompe el corazón.
En la escuela, un nene me tira un piedrazo en la cabeza. Mi primer ART y licencia larga…  Cuando me reintegro, sigo teniéndolo entre mis alumnos, con el paso de los años, también a sus hermanos… Unos peor que el otro.
46/47. Tras buscarlo intensamente, conocemos a nuestro 3° perro,  elegido por nuestro hijo, a quien siempre le costó decidirse pero en esto fue totalmente expeditivo. Y certero.
Para ayudar a mis huesitos, empiezo a hacer gimnasia acuática. Conozco un grupo espectacular de mujeres con las que comparto momentos pasados por agua, dos o tres veces por semana.
48. Cumplimos 25 años de casados. Festejamos el amor, la vida y la paciencia que nos mantuvo unidos durante tanto tiempo.
49. Hay días en que me planteo seriamente seguir en la escuela.  Cierran un grado y traslado esas horas a otra, en  4°.  Casualidad o causalidad, solo Dios tiene la respuesta.
50. Medio siglo y seguimos con el espíritu de 25 pero llega el cansancio físico de los 50. Tomo conciencia de que tengo que bajar los decibeles, aunque cueste.
Nace mi sobrina más chiquita.
51. Acá estamos, un jueves a las 11 de la noche, en medio de la pandemia, tratando de apagar lo negativo de la mente y encender la creatividad escribiendo historias…

Clara Silvina Alazraki

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2 comentarios:

Unknown dijo...

Ey!!!! Clari, en serio se me pasó tú cumple?.. imperdonable de mi parte. Me encanto tu historia, muy emotiva y dulce como vos... obvio que todos tenemos momentos amargos, tristes y demás... pero siempre hay que lograr prevalecer los bellos, alegres y maravillosos que tiene la vida... y tenés un momento importantísimo jajaja porque me conociste a mí... te quiero con todo mi corazón Clari, 🎂🥂🍾😍😘😘😘👏

Clarasil dijo...

¡¡¡¡GRACIAS, hermosa!!!!
Falta para mi cumple.
Esperemos que para esos dìas , ya podamos estar mejor...
Besote