Se supone que los caminos siempre conducen hacia un lugar
pero...
¿Qué sucede cuando no llevan a ninguna parte?
Cuando no se vislumbra el final.
Cuando las bifurcaciones ganan al sendero principal.
¿Qué pasa con los caminantes?
¿Se cuestionarán ansiosamente por el mañana
o
simplemente
seguirán
un paso trás otro
hasta el desenlace de sus historias?
Me pregunto:
¿Será el camino quien los devora finalmente?
¿O seràn ellos quienes lo deshojan
como a una margarita
y de un salto
se hacen a un lado,
lo abandonan
y comienzan a recorrer un nuevo sendero?
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