A veces con sones gastados,
que nos remiten a soñar despiertos con pasados lejanos...
o no.
A veces en forma caótica,
con violencia,
reacciones bruscas y brutas,
que atropellan por encima de las veredas.
A veces remolonamente,
con sueños de colores pasteles y sensaciones que nos atrapan pegados a una silla
(que impiden que salgamos corriendo).
A veces es una sinfonía afinada, afiatada, emotiva, sensible, utópica.
¿Cuánto tiempo es estable?
No lo se.
Siempre depende de cada emisor,
de quien participa, transmite,
modera, discute, susurra,
gasta o genera palabras.
Pasamos de una Obertura Clásica a un Rock Pesado en segundos.
Somo extraños los humanos...
tenemos algo tan valioso: el lenguaje,
para poder comunicarnos
y en ocasiones
lo malversamos,
lo desechamos como espiral de humo que se aleja con el viento...
La mùsica de las palabras nos rodea y somos sordos,
escuchando solo a nuestras propias notas internas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario