"Huy, crear cuenta en twitter, seguir la cuenta del curso, entrar en google drive...
¡Esto ya lo hice! "
y me embargò un grandísimo ataque de vagancia, que sumado al calor, las tormentas que van y vienen y las vacaciones, se convirtió en una especie de aletargamiento".
Hoy, dije, "Clara, basta, vamos " y empecé a investigar y completar lo que me faltaba.
Gracias a la ayuda de Silvina Carraud (
que propone juntarnos a algunos de estos fanáticos argentinos del universo virtual, que en pleno verano y con 40 grados -a la sombra-, seguimos aprendiendo, conectándonos y planeando por la nube (especialmente los que transitamos por #eduPLEmooc).
Cuando estoy dando clases y observo a alguno de mis alumnitos que se aparta de las actividades, busco por todos los medios que vuelva y trabaje con sus compañeros.
Entonces, surge un interrogante
¿Què hacer cuando aparecen estas "mesetas" donde uno mismo es quien se detiene y por diferentes causas no camina hacia adelante sino que comienza a caminar en círculos?
... y la vieja
y querida
y siempre activa palabra que aparece es
si, como un cartel en la ruta que nos lleva precisamente hacia ella...
la motivacion
¡¿Què sería de los profes y de los alumnos sin ella?!
¿No?
Esta entrada està dedicada especialmente para Silvina Carraud y Karina Crespo, a quienes no conozco personalmente, pero sigo sus trabajos virtuales con muchísimo entusiasmo.
2 comentarios:
¡Muchas gracias, Clara! Confieso que me siento muy identificada, porque hoy puedo decir que fue un día productivo. Pero ayer, cuando veía a nuestros compañeros que producían a velocidades increíbles, hasta me replantee ¿por qué con este agobiante verano tormentoso, se me ocurrió asumir la responsabilidad de cursar un MOOC? Todavía me faltan actividades por completar, actualizar el blog, elaborar las reflexiones (no sé si echarle toda la culpa a las bochornosas temperaturas). Hasta que leí, en un tuit creo, algo así como que cada una/o va con su propio ritmo, porque lo que importa no es la meta sino el camino que recorremos. Así que, ¡sigamos! Un gran abrazo.
Silvina
¡¡¡Muchìsimas gracias!!!! Una no se siente tan solita...
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