Elabore un comentario de 500 a 800 palabras sobre las alternativas culturales que proponen los tres grandes precursores de la Noviolencia tratados en este módulo: Jesús de Nazareth, Henry David Thoreau y León Tolstói.
Cuando uno lee las ideologías que sostenidas por los precursores de la NO VIOLENCIA, Jesús de Nazaret, Henry David Thoreau y León Tolstói (el primero tanto desde la Biblia como todo lo que se ha escrito sobre él y los dos últimos, desde sus propias obras y también la de sus críticos, estudiosos o investigadores), lo primero que piensa es que, habiendo transitado por este mundo, tanto esos espíritus que quisieron guiarnos hacia senderos plenos de armonía, como tantos otros, la humanidad tendría que tener un sentido de la realidad mucho más claro que el que se desprende desde tanto conflicto belicista.
El camino del Amor, planteado por Jesús, choca contra
perspectivas atávicas, que nos acercan más
al hombre de las cavernas que a nuestros
Homo Sapiens Sapiens actuales.
La ideología de León Tolstoi, que habla sobre la dominación de los malvados por parte de los
buenos que están en los gobiernos y es una verdad que hay que demostrar, porque
la dominación no se puede ejercer sin humillar, sin mentir, sin violentar y sin
instituciones adecuadas, choca contra una gigantesca muralla construida por millones
de poderosos que buscan solo a las masas para votar el día que se sacan las
urnas.
Similar, es el
pensamiento de Thoreau, cuando argumenta que los gobiernos están al servicio de
la evidente codicia de unos pocos, que son los que determinan sus acciones en
contra del consentimiento de sus pueblos.
Pareciera, entonces, que otra vez todo se constituye en pura
teoría, sin mediadores que nos ayuden a vislumbrar el final del camino.
Sin embargo, sus ideas y concepciones están presentes y
arraigadas en los espíritus inquietos de muchos.
Cuando Jesús cambia la figura de un Dios omnipotente y autoritario a quien no hay
que cuestionar, por la de un padre cercano
y contenedor o Tolstoi propone desobedecer a quienes obligan a matar semejantes
desde las filas del ejército, o Thoreau
propone negarse a colaborar con la injusticia, la mirada cambia de ángulo, convirtiéndose en una visión esperanzadora,
donde ya se puede sentir que muchas almas comparten y viven el día a día con
estas formas de pensar, sentir y –fundamentalmente – actuar… lo que constituye que las teorías trascienden
los límites y se comienza a transitar por los caminos de la práctica (como reza
un dicho en nuestro país, Argentina: “En la cancha se ven los pingos”, en la
realidad diaria, cotidiana, es cuando
podemos ver si las palabras son solo palabras vacías o están llenas de
significados).
Para finalizar, creo fervientemente que todos podemos
colaborar cada día para que estas ideas se plasmen. Solos, es imposible. Si
unimos nuestros brazos, nuestras voces, nuestro trabajo, puede que algún día en
un futuro no tan lejano, podamos construir un mundo mejor, donde nuestros hijos
y los hijos de sus hijos, puedan unirse y subsanar sus diferencias con el
vehículo de la palabra, la reflexión…
Una de las frases de Henry David Thoreau que sintetiza todo
esto “Sólo hay un remedio para el amor: amar más”. Solo hay un remedio para la
paz: unirse.
Prof. Clara Silvina
Alazraki
Octubre de 2014
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